Se necesitan alimentos básicos, como arroz, pasta, legumbres, aceite, leche y conservas, con los que se espera ayudar a más de 235.000 beneficiarios. Las personas que quieran colaborar pueden entregar sus donativos directamente en el palacio 1 del recinto de Montjuïc, donde el año pasado se recogieron 400 kilos de alimentos, o bien a través de las actividades que organizan las diferentes entidades, empresas e instituciones colaboradoras.
Más del 20% de la población catalana vive por debajo del umbral de la pobreza, una situación que se agrava especialmente en verano cuando cierran los comedores escolares y baja el número de donaciones de alimentos. El objetivo de la campaña La fam no fa vacances es precisamente llenar los almacenes de entidades benéficas de las poblaciones para poder hacer llegar los alimentos a las personas más necesitadas durante el verano.









